viernes, 19 de mayo de 2017

¿Cómo trabajo la atención y la memoria en mi actividad habitual en el aula?


Lo que voy a describir a continuación es más bien reflejo de mi experiencia personal fundamentada en muchas lecturas de varias teorías. Pienso que la atención, la memoria y los aprendizajes pueden ser de mejor o de peor calidad. Si en los comercios se vendieran aprendizajes ¿cuál sería el más caro? Pues seguramente aquellos que son más útiles (lo vamos a usar a menudo)  y más duraderos (que no se desprendan pronto). Y para que algo se recuerde es necesario que sea "memorable", es decir digno de ser recordado. Esta última característica pasa por un factor en la edad de los alumnos con los que trabajo (1º y 2º de ESO) que es la emoción. Atienden, recuerdan y aprenden mucho más aquello que les engancha, que les emociona.
Todas las prácticas están dentro de la secuencia didáctica habitual de la clase.

1.- El aula: mi aula de ESO está dedicada a Geografía e Historia. Son los alumnos los que después de cada sesión cambian de clase. En el aula están todas las pautas, los mensajes, el vocabulario y las secuencias que los alumnos deben hacer y adquirir, a la vista. Como las ven todos los días y las practican se las acaban aprendiendo.





2.- El diario de aprendizaje: Todos los días los alumnos describen por escrito su actividad y su aprendizaje de la sesión anterior. Una vez que todos los alumnos lo han escrito uno de ellos lo expone a los demás y entre todos se completa. Con eso se consigue enlazar la sesión con la sesión anterior. El conjunto de los diarios de aprendizaje construyen un relato de los contenidos curriculares y de las acciones que se han realizado para aprenderlos y son muy útiles para hacer el portafolio.


3.- Las listas de conceptos. Se trata de una serie de términos de vocabulario del tema que se está trabajando que el alumno tiene que conocer y memorizar. Para ello el profesor al principio de la secuencia le facilita la lista a los alumnos y ellos clasifican cada palabra con lo colores del semáforo: verde (conozco el término y se definirlo), amarillo (conozco el término pero tengo dificultades para definirlo y explicarlo) y rojo (no lo conozco y por lo tanto no se explicarlo). El alumno personalmente centra su atención en trabajar los grupos amarillo y rojo. Para ello construye en su cuaderno la memoria auxiliar, lista de definiciones hechas con sus propias palabras, fruto de su trabajo personal de investigación y de los apuntes que toma en clase cuando el profesor explica. La memoria auxiliar la puede utilizar en la realización de sus trabajos y en algunas preguntas de los exámenes. El resultado suele ser que cuando terminan de construir la memoria auxiliar ya han memorizado los términos y no les hace falta, aunque la posibilidad de poderla usar les da mucha tranquilidad y seguridad.


4.- Explicaciones breves, con tiempo limitado y con aplicación inmediata de lo explicado. Suelo respetar mucho el tiempo que los alumnos pueden estar atentos al máximo. Al principio de la sesión tras el diario les comunico en la pantalla el objetivo de la sesión y qué tiene que haber ocurrido al final de la misma. Si tengo que explicar suele ser entre 10 y 15 minutos. Les digo la hora en que terminará mi explicación. No les dejo hablar con nadie no distraerse con nada. Las preguntas se pueden hacer al final. En la explicación el profesor dice cada mensaje una sola vez, sin repetición. Una vez terminada la explicación y resueltas las preguntas se realiza una actividad en clase individual, por parejas o en equipo relacionada con el tema que se acaba de explicar que se pueda hacer en alrededor de 20 minutos. Esa actividad se entrega en la mesa del profesor al finalizar la sesión, no se puede hacer en casa, y genera una calificación. El hecho de que sepan cuanto tiempo tienen que estar atentos y no se va a repetir el mensaje logra una atención de mucha calidad por parte del alumno. El profesor de esta manera también se obliga a no divagar y a preparar con mucho cuidado los mensajes que quiere transmitir según su objetivo ya que su tiempo es limitado.


5.- Uso de mapas mentales: les ayuda mucho a recordar el organizar los conceptos del tema a través de un mapa mental. Se les indica que tienen que utilizar palabras clave, dibujos y símbolos, diversos colores y conectores (fechas, viñetas...) organizados partiendo de una idea central y siguiendo el sentido de las agujas del reloj. He comprobado que esta técnica ayuda mucho a que los aprendizajes sean duraderos.




6.- Juegos de preguntas y respuestas tipo Kahoot o similares. La motivación que genera jugar y querer ganar el juego hace que se preparen y estudien. Vienen especialmente bien en temas muy memorísticos como por ejemplo los accidentes geográficos de los continentes.



7.- Los retos. A lo largo de una evaluación hacemos un proyecto y una tarea gamificada. En el proyecto se genera un producto que es evaluado a través de una rúbrica y socializado dentro del aula a través de las exposiciones (que también favorecen el recordar) como fuera del aula. Los aprendizajes que se generan son memorables. Me he encontrado alumnos de 4º o bachillerato que recordaban perfectamente contenidos curriculares de los proyectos que habían realizado en 1º de ESO. Las tareas gamificadas tienen un componente de motivación de resolver los retos, conseguir las insignias, que hacen que el cerebro esté predispuesto a investigar y aprender.


















Para concluir recordar que para atender y recodar "La motivación es la gasolina del cerebro" (Josef Ajram)

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